Dialogo y argumentación

La argumentación se puede entender como un diálogo con otro, al que se trata de convencer y cambiar sus opiniones. Si este "oponente" está presente el acto comunicativo se llama diálogo o debate. Pero si no está presente y escribimos, podemos entender la argumentación como si mantuviéramos una comunicación con el pensamiento de ese al que queremos convencer.
Entender este punto significa admitir algunas cuestiones:

1.- El otro tiene una opinión distinta de la mía. Puedo imaginar lo que diría de acuerdo a esa opinión así que puedo definir mi punto de vista y el del otro.
2.- Puedo pensar, seleccionar e inventar argumentaciones adecuadas para modificar el punto de vista del otro.
3.- En ocasiones tendré que hacer concesiones o suavizar mis ideas y argumentos ante lo que opinaría el otro.
4.- Podré tomar argumentos que haya usado o incluso que yo pueda imaginar que usaría para contradecirlos.
5.- Puedo aceptar parte o totalmente sus argumentos, puedo limitar la fuerza de sus ideas.

origen en el concepto latino dialŏgus (que, a su vez, deriva de un vocablo griego), un diálogo describe a una conversación entre dos o más individuos, que exponen sus ideas o afectos de modo alternativo para intercambiar posturas. En ese sentido, un diálogo es también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo.