Habitualmente es posible y conveniente distinguir entre dos tipos de argumentación: la
deductiva y la inductiva. Los argumentos deductivos tienen una forma estructural lógica, por la
cual, dadas unas premisas verdaderas, la conclusión se hace "necesariamente verdadera",
-aspecto que ha sido tratado en el tema anterior-. En los argumentos inductivos, por el contrario,
no existe este tipo de implicación lógica. Las premisas únicamente hacen "plausible" la
conclusión en mayor o menor medida, lo cual depende, no de la forma, sino de la simple relación
de apoyo material entre los contenidos. Evidentemente, esta diferencia conlleva un análisis y
evaluación distintos para cada tipo de argumento: en los deductivos además de premisas
verdaderas se buscará una forma lógica válida; en los inductivos bastará con que premisas
verdaderas apoyen materialmente la conclusión y la evaluación se centrará en el grado o medida
en que esto ocurre realmente.
Estas características definitorias de los dos tipos de argumentación son relativamente sencillas
desde el punto de vista teórico, pero en la práctica son muchas veces difíciles de apreciar. Por
ello resulta conveniente, no sólo conocerlas, sino también comprender su fundamento: la
implicación lógica resulta de una inferencia que va usualmente desde un planteamiento general
en las premisas a uno particular en la conclusión. En este sentido puede decirse que la conclusión
no supone una nueva información sino algo ya implícito en las premisas; de aquí que sea
"necesariamente" verdadera si éstas lo son. Las conclusiones inductivas, por el contrario, sólo
pueden ser más o menos "plausibles" porque la inferencia se realiza en sentido contrario: desde
planteamientos de carácter particular en las premisas se pasa a otro particular o general en la
conclusión, lo cual sí constituye una nueva información. En tanto que nueva, las premisas
pueden apoyar su verdad pero no asegurarla.
En este tema se trata de llevar a los alumnos a una comprensión suficiente de las
consideraciones apuntadas, como base sobre la que desarrollar la habilidad para evaluar y
producir correctamente argumentos deductivos e inductivos. Para ello, en primer lugar, se trata
de que aprecien la diferente calidad de la verdad pretendida en uno y otro tipo de argumento. En
segundo lugar, se introducen las expresiones de cuantificación básicas ("Todos", "Sólo algunos"
y "Ninguno"), en las cuales se funda el carácter general o particular de las proposiciones.
Finalmente y a partir de lo anterior se les lleva a apreciar el aspecto fundamental que caracteriza
y diferencia la argumentación deductiva e inductiva: el sentido contrario de la inferencia, tal y
como se ha explicado.
Ya hemos aprendido qué es el contenido y la forma de los argumentos y cómo se relacionan;
¿alguien puede decirme cómo se relacionan la forma y el contenido?
- Si la forma es correcta y el contenido de las premisas verdadero, el contenido de
la conclusión también tiene que ser verdadero.
* Muy bien esta es una "regla" muy importante que nos ayudará en muchas ocasiones. Pero
hoy vamos a ver algo nuevo; fijaos en los argumentos que voy a poner en la pizarra.
(Escribir en la pizarra los dos argumentos que siguen tal y como se indica:).
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Todos los estudiantes son gente La mayoría de los estudiantes
que tiene libros son gente que tiene reloj
Pedro es estudiante Luis es estudiante
------------------------------ -------------------------------
Pedro tiene libros Luis tiene reloj
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* ¿Hay algo que os llame la atención en estos argumentos?
- Parece que tienen la misma forma.
- La forma del segundo es incorrecta: incluso considerando verdaderas las
premisas no puede sacarse la conclusión de que Luis tiene reloj.
- Se diferencian en que el primero se refiere a "todos" los estudiantes, mientras
que el segundo sólo a "la mayoría".
(Cualquiera que sea la respuesta, hacer que los alumnos la razonen:
-"¿Por qué dices eso?"
o examinen brevemente sus posibles implicaciones:
-"¿Y eso significa algo más?"
Después continuar como sigue:).
* Bueno, parece que pese a la aparente semejanza de estos dos argumentos, (habéis
encontrado) alguna diferencia que puede ser importante. Pero vamos a compararlos y analizarlos
más detenidamente y por partes. Examinemos el primero, ¿cómo es el contenido de la primera
premisa?
- Verdadero.
* Así es, todos los estudiantes deben tener libros para estudiar. Fijaos ahora en la primera
premisa del segundo argumento, ¿es también verdadera?
- Sí.
* Cierto, casi todo el mundo tiene reloj, así que también la mayoría de los estudiantes deben
tenerlo. Bien, vamos a suponer que un tal Pedro y un tal Luis son estudiantes, es decir,
supongamos que la segunda premisa en ambos argumentos es verdadera. ¿Será entonces,
también verdadera la conclusión en los dos?
- Sí/No.
(Dado que es probable el desacuerdo apuntado, continuar como sigue:).
* Bueno, veamos; ¿qué es lo que debe pasar para que las conclusiones sean verdaderas?
- Que las premisas sean verdaderas y la forma correcta.
* Bien, las premisas ya sabemos que son verdaderas, ¿cómo podemos averiguar si la forma es
correcta?
- Haciendo la representación gráfica de los argumentos mediante diagramas.
* ¿Y qué tiene que pasar en los diagramas?
- Que al combinar la información de las premisas quede representada también la
información de la conclusión.
(En las preguntas anteriores, debe seguirse un cuestionamientos más preciso y analítico si las
primeras respuestas no son del todo ajustadas. Se trata de llegar al tipo de respuesta que se
propone).
* Muy bien, pues vamos a hacer la representación a ver si ocurre como hemos dicho en los dos
caso. Veamos el primero; ¿cómo podemos representar que "Todos los estudiantes tienen libros"?.
- Con un círculo grande para los libros y otro más pequeño dentro para los
estudiantes.
(Dejar que algún alumno lo represente por sí mismo para asegurar que se comprende la
representación. Debe quedar situado debajo del argumento).
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GENTE QUE
TIENE LIBROS
ESTUDIANTES
Bien, este diagrama representa que todos los estudiantes tienen libros, puesto que todos ellos,
como veis, quedan dentro del conjunto de personas que tienen libros. Esta es la primera premisa.
Veamos la segunda, ¿cómo podemos representar en este mismo diagrama que Pedro es
estudiante?
- Escribiendo el nombre dentro del conjunto de los estudiantes.
(De nuevo pedir a un alumno que lo haga él mismo).
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GENTE QUE
TIENE LIBROS
ESTUDIANTES
Pedro
-----------------------------------------------------------------
* Muy bien, ya tenemos las dos premisas. Si la forma es correcta, sabemos que también debe
quedar representada la conclusión. ¿Es así?, ¿se aprecia en el diagrama que Pedro tiene libros?
- Sí.
* Entonces, ¿es correcta la forma?
- Sí, en las premisas está contenida la conclusión.
* Pero esperad un momento; si coloco a Pedro fuera de los "Estudiantes", pero dentro de la
"gente que tiene libros"...
(Hacerlo tal y como se indica:).
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